Ijoni Costabeber; Tatiana Emanuelli
RESUMEN
Fueron evaluados los niveles de residuos de pesticidas organoclorados (p,p'-DDE, HCB, g-HCH,
aldrín) presentes en 123 muestras de tejido adiposo mamario
obtenidas de mujeres residentes en Córdoba (España). Además, se
investigó la influencia de hábitos alimentarios y edad de las
donantes sobre los niveles de organoclorados encontrados en el
tejido. El p,p'-DDE fue el compuesto encontrado en concentraciones
más altas (1,848mg/g), seguido de HCB (0,235mg/g), aldrín (0,005mg/g) y g-HCH (0,003mg/g).
Las donantes mayores presentaron niveles de p,p'-DDE, aldrín y HCB
superiores que las más jóvenes. Sin embargo, la edad no influyó en
los niveles de g-HCH.
La mayoría de las donantes (40,65%) indicaron las frutas como el
alimento más consumido, seguido de la alimentación variada (34,15%),
los legumbres (6,50%), los guisos y potajes (6,50%), las verduras
(4,88%), la leche (3,25%), el pescado (2,44%) y la carne (1,63%). Una
correlación no significativa fue observada entre los niveles de
organoclorados en el tejido adiposo y los hábitos alimentarios de las
donantes.
1 – INTRODUCCION
En
las últimas décadas, las cosechas de productos alimenticios han
experimentado un aumento considerable. Ello ha sido posible, en gran
parte, al resultado obtenido en la lucha contra las plagas que los
deterioraban y, es innegable que los pesticidas han desempeñado en la
misma un papel importante. Sin embargo, la aplicación de estas
sustancias de forma intensiva, trajo como consecuencia que una parte de
las mismas persistiera en el medio ambiente, conservando sus
propiedades activas y, más aún, que pasaran a organismos superiores.
Por lo tanto, los pesticidas organoclorados, dada su especial
característica de persistencia en el medio y el riesgo de su
toxicidad crónica en el hombre, por acumulación de pequeñas
cantidades que pasan de unos seres a otros y se concentran a través
de la cadena alimentaria, representan un trascendental problema
sanitario [10, 11].
Hoy
en día, se pueden apreciar los efectos originados por el uso
indiscriminado de los compuestos organoclorados al relacionarse la
contaminación en los seres humanos con la posible aparición de
problemas patológicos [6, 33, 34]. Las preocupaciones por esta
contaminación se fundamentan al observarse la acumulación y la
persistencia de los pesticidas organoclorados en la cadena trófica y,
especialmente, en tejidos ricos de grasa de los organismos.
Los
residuos organoclorados presentan para el hombre un riesgo debido a
su toxicidad crónica por la ingestión continuada de pequeñísimas
cantidades presentes en los alimentos [30]. Su peligro real se centra
en su acción sobre sistemas enzimáticos [30], vitaminas y hormonas,
así como en su actividad carcinogenética [14, 24, 29, 36, 38]. La
presencia de residuos organoclorados en grasa humana es un buen
índice para la evaluación del grado de exposición del hombre a los
agentes de contaminación persistentes en el medio ambiente [1, 12,
13] y, especialmente, en los alimentos consumidos [3, 7, 10, 19]. En
España, residuos de p,p'-DDE, HCB, g-HCH y aldrín han sido
determinados en muestras de tejido adiposo por diversos autores [22,
27, 28, 32]. En este contexto se realiza la presente investigación,
que tiene como objetivo principal determinar pesticidas organoclorados
en tejido adiposo mamario de mujeres residentes en la Provincia de
Córdoba (España), además, de correlacionar las concentraciones
encontradas en las muestras con datos respecto a hábitos alimentarios
y edad de las donantes.
2 – MATERIAL Y METODO
2.1 – Toma de muestras y datos de encuestas
Se
obtuvieron 123 muestras de tejido adiposo de glándulas mamarias
femeninas. Las muestras fueron tomadas de donantes sometidas a
intervenciones quirúrgicas realizadas en el Hospital Provincial de la
Ciudad Sanitaria "Reina Sofía" de Córdoba (España), durante el
período comprendido entre febrero de 1996 a julio de 1997. El 53,7%
de las donantes presentaron carcinoma y el 46,3% tuvieron
alteraciones benignas en las mamas. Las muestras, de aproximadamente 1g
de tejido graso, debidamente identificadas se guardaron en
recipientes de vidrio y fueron mantenidas en congelación a –20ºC
hasta el momento de su análisis.
Para
todas las muestras obtenidas se recopilaron datos referentes a la
edad de las donantes, así como datos respecto al alimento más
consumido habitualmente por cada una de ellas.
2.2 – Patrones de residuos organoclorados
Se usaron cuatro pesticidas organoclorados: aldrín, lindano (g-HCH), hexaclorobenceno (HCB) y diclorodifenil dicloroetileno (p,p'-DDE).
El
equipo utilizado para este estudio fue el siguiente: rotavapor,
refrigerador con congelador vertical, balanza analítica, triturador y
cromatógrafo de gases (CG) Hewlett-Packard modelo 5890, dotado de un
detector de captura de electrones (ECD) con fuente radioactiva Ni63,
conectado a un integrador Hewlett-Packard modelo 3396 serie II. Para
la separación de los pesticidas organoclorados se usó una columna
capilar Hewlett-Packard (HP-1) de sílice fundida (Crosslinked Methyl
Silicone Gum), de 25m de longitud, 0,2mm de diámetro interno y 0,33mm
de grosor de fase estacionaria (Film Thickness). Se empleó helio
como gas portador y argón-metano como gas de apoyo del detector a
flujos de 2,3mL/min y 40mL/min, respectivamente. Las temperaturas de
operación fueron las siguientes: inyector 225ºC, detector 225ºC y
horno 55ºC de temperatura inicial y 250ºC de temperatura final.
La
cristalería específica para laboratorio de análisis de pesticidas
organoclorados y los frascos para las muestras fueron limpiados según
la metodología de ANGULO et al. [2].
Se
utilizaron los reactivos siguientes: n-hexano para cromatografía de
Merck, sulfato de sodio anhidro de Panreac Química S.A. y florisil de
60 a 100mesh de Sigma, previamente activado a 150ºC durante 12 horas
y desactivado con la adición de 2% de agua bidestilada.
La
extracción y la purificación de los pesticidas organoclorados se
realizaron de acuerdo con la metodología de GARRIDO, JODRAL, POZO
[18]: se pesan 0,3g de tejido graso, se adicionan 10mL de n-hexano y
se trituran a 13.500rpm durante 3min. La muestra triturada se
transfiere a la columna cromatográfica, a la que previamente se ha
colocado un tapón de lana de vidrio y se ha rellenado con 15g de
florisil y un lecho de sulfato de sodio anhidro de 1cm. Cuando se
introduce la muestra en la columna, se eluye con 100mL de n-hexano
para arrastrar los compuestos objeto de estudio. El eluato con los
posibles residuos es pasado por un embudo que contiene sulfato de
sodio anhidro sujetado con lana de vidrio y recolectado en un matraz
esférico. El extracto es evaporado a sequedad con un rotavapor a
vacío y reconstituido con 2mL de n-hexano, de los cuales 3ml
son inyectados en el cromatógrafo de gases para el análisis
cualitativo y cuantitativo. El primero se realizó comparando los
tiempos de retención, y el segundo mediante la comparación del área
bajo el pico de los pesticidas determinados contra aquellos obtenidos
con los patrones correspondientes. Los residuos organoclorados
identificados por cromatografía de gases son confirmados por
espectrometría de masas. Para cada conjunto de muestras sometidas a
extracción en idénticas condiciones y en el mismo período de tiempo,
se realizó un blanco de columna con el fin de evitar errores en la
identificación de los compuestos.
Para
la valoración del método analítico se efectuó un estudio de adición
de diferentes concentraciones (0,008, 0,01, 0,02, 0,04 e 0,05mg/mL)
de patrones con 5 repeticiones, lo que permitió precisar el
porcentaje promedio de recuperación de los compuestos investigados,
así como la varianza y la desviación típica de los resultados
obtenidos (Tabla 1).
2.3 – Análisis estadístico
En
el proceso de validación del método analítico utilizado en la
investigación, se realizaron pruebas estadísticas como la media, la
desviación típica y el coeficiente de variación porcentual. Para los
datos referentes a las concentraciones de los pesticidas
organoclorados, se realizaron análisis estadísticos básicos, como la
media, la desviación típica, los mínimos y máximos del total de
muestras analizadas. El análisis de varianza se ha realizado para
interpretar la relación existente entre las concentraciones de
pesticidas organoclorados y los datos respecto a hábitos alimentarios
y edad de las donantes, así como, se ha empleado el coeficiente de
correlación lineal simple para establecer la relación entre las
concentraciones de pesticidas organoclorados y la edad de las donantes.
Ambos tests han sido realizados a un nivel de confianza de 95%, como
mínimo. Para el análisis estadístico de los datos se ha empleado el
programa informático "Statistica" versión 4.5.
3 – RESULTADOS Y DISCUSION
Con el cuestionario sobre el alimento más consumido y la edad se obtuvieron los datos que se encuentran agrupados en la Tabla 2.
La clase "alimentación variada" se refiere a las contestaciones
siguientes: de todo, varios, fruta-verdura, fruta-legumbre,
fruta-carne, fruta-verdura-potaje, pescado-fruta, carne-verdura,
carne-leche y legumbre-carne-pescado. Como puede verse, un 40% de las
donantes consideraron las frutas el alimento más consumido. Respecto a
la edad, las donantes tenían una edad media de 51 años, con una
mínima de 15 y una máxima de 87 años.
Los
resultados obtenidos en la investigación sobre los pesticidas
organoclorados en las muestras analizadas se encuentran recogidos en
la Tabla 3.
Respecto
a las frecuencias de determinaciones de los pesticidas
organoclorados se observa que el p,p'-DDE fue identificado en todas
las muestras analizadas. El HCB, aldrín y g-HCH presentaron frecuencias de 99, 64 y 15%, respectivamente.
Cuanto
a los valores medios encontrados en las muestras de tejido mamario
se señala que el p,p'-DDE presenta el nivel medio más elevado, 1,848mg/g de tejido graso. El resto de los pesticidas organoclorados fueron detectados a niveles medios de 0,235mg/g para el HCB, 0,005mg/g para el aldrín y, por último, 0,003mg/g de tejido mamario para el g-HCH.
El p,p'-DDE fue identificado por COSTABEBER et al. [8], COSTABEBER, JODRAL, ANGULO [9], GÓMEZ-CATALÁN et al. [20], HERNÁNDEZ et al. [21], MARTI, PRATS, MAS [26], MOLINA [27] y PLANAS et al.
[31] como el pesticida que se encuentra en concentraciones más
elevadas en el tejido graso, por ser el último y más estable
metabolito del DDT. El nivel medio de 1,848mg/g de tejido mamario presente en las muestras analizadas fue inferior, por un lado, al valor de 2,2mg/g de tejido subcutáneo encontrado por KANJA et al. [23] y al valor de 2,5mg/g de tejido adiposo encontrado por CORSOLINI et al. [5]. Por otro lado, fue considerablemente superior al nivel medio de 0,39mg/g de tejido detectado por GALLELLI, MANGINI, GERBINO [17] y al de 1,19mg/g
tejido adiposo determinado por DUARTE-DAVIDSON, WILSON, JONES [13].
Dichas diferencias pueden ser debido al diferente grado de
contaminación en los países donde fueran recogidas las muestras.
HERRERA et al.
[22] investigaron los niveles de g-HCH, aldrín y p,p'-DDE en 40
muestras de grasa humana obtenidas en la Provincia de Madrid. Las
concentraciones medias de los compuestos detectados fueron de 0,016,
0,0003 y 2,668mg/g de tejido adiposo, respectivamente. Los niveles medios detectados en esta investigación (Tabla 3) son inferiores a los encontrados por HERRERA et al.
[22], excepto en el caso del aldrín. Se pudo observar, que los
niveles de p,p'-DDE han descendido un 30% durante el periodo de tiempo
que separan los dos estudios.
POZO et al. [32] detectaron 1,007mg/g
de tejido adiposo de HCB en grasa humana de la Provincia de Madrid.
Es importante señalar que en el presente estudio se ha encontrado el
HCB a un nivel medio de 0,235mg/g de tejido, lo que significa una reducción de un 76% comparado al nivel detectado por POZO et al. [32] para dicho compuesto desde hace 23 años.
MOLINA
[27] detecta cantidades importantes de g-HCH, aldrín, p,p'-DDE y HCB
en muestras de tejido adiposo humano de la Región de Murcia, así
obtiene concentraciones de 0,658mg/g de tejido de g-HCH, 1,26mg/g de tejido de aldrín, 4,03mg/g de tejido de p,p'-DDE y 1,07mg/g de tejido de HCB. Resultados semejantes han sido encontrados por MOLINA et al.
[28] con excepción del HCB que no ha sido objeto de estudio. Los
valores encontrados por los autores son superiores a los encontrados
para estos compuestos en el presente trabajo.
Asimismo, CAMPS et al. [4], FERRER et al. [15, 16], GÓMEZ-CATALÁN et al. [20], HERNÁNDEZ et al. [21], MARTI, PRATI, MAS [26], PLANAS et al. [31] y TO-FIGUERAS et al.
[35] realizaron determinaciones de uno o más pesticidas
organoclorados que también fueron objeto de estudio en esta
investigación, pero los niveles detectados por ellos no son
comparables, puesto que los determinaron en base grasa, mientras que
el presente se realizó en muestras enteras.
Respecto a la edad de las donantes y los niveles de residuos organoclorados, se observó una correlación positiva (p£0,001) para los compuestos HCB, aldrín y p,p'-DDE indicando el incremento de las concentraciones de residuos de pesticidas con el aumento de la edad de las donantes (Figura 1). Los resultados concuerdan con los obtenidos en investigaciones anteriores [4, 16, 25]. Sin embargo, para el g-HCH
se ha observado una correlación no significativa entre los niveles
en el tejido y la edad, posiblemente debido al hecho que pocas
muestras presentaban este compuesto. Tampoco MOLINA [27] ha
establecido correlación significativa entre niveles de g-HCH y la edad de los donantes.
Se señala que los compuestos HCH (con más de 90% de g-HCH)
y HCB han sido prohibidos en España en 1986 (Orden Ministerial de 28
de febrero), mientras que el DDT y el aldrín han sido prohibidos en
1991 (Orden Ministerial de 1 de febrero).
Respecto a los hábitos alimentarios y los valores de pesticidas organoclorados, la Tabla 4
refleja las concentraciones de los compuestos detectados en las
muestras de tejido adiposo mamario según la indicación de las
donantes respecto al alimento más consumido por cada una de ellas.
El
análisis de varianza entre los datos de los alimentos más consumidos
y las concentraciones de los compuestos investigados mostró una
relación estadística no significativa (p>0,05 para todos los
casos). Tampoco, se ha establecido una relación estadísticamente
significativa cuando se ha clasificado los datos en tres grupos: a)
alimentos ricos en gordura (leite, carne y pescado), b) alimentos
pobres en gordura (fruta, verdura y legumbre) y, c) alimentación
variada. Respecto a los hábitos alimentares de estas donantes, la
mayoría (75%) consideraron las frutas y la alimentación variada los
alimentos más consumidos. Así, la distribución desigual de las
muestras puede ser la causa de la ausencia de correlación entre las
concentraciones detectadas y los hábitos alimentares de las mujeres.
Asimismo, se señala que las mayores concentraciones de los compuestos HCB, g-HCH
y p,p'-DDE fueron encontradas en las mujeres que consideraron las
verduras el alimento más consumido, mientras que las mayores
concentraciones de aldrín fueron encontradas en las que consideraron
los guisos y potajes el alimento más consumido. En lo que se refiere
al p,p'-DDE y al HCB, tal observación puede ser debido a la mayor
edad media (62,5 años) que poseen las donantes que consideraron las
verduras el alimento más consumido (Figura 1).
Por otro lado, las concentraciones más bajas de los compuestos HCB,
aldrín y p,p'-DDE fueron encontradas en las mujeres que consideraron
las carnes el alimento más consumido, mientras que el g-HCH
no fue detectado en el tejido graso mamario de las donantes que
indicaron el pescado como el alimento más consumido habitualmente. En
el caso de consumo de carnes y bajas concentraciones de compuestos,
se señala que las donantes eran mujeres más jóvenes, con una edad
media de 33,5 años.
Según
LUDWICKI y GÓRALCZYK [25] la mayor presencia de p,p'-DDE en el
tejido adiposo tiene su origen principalmente en la dieta y, en menor
proporción, del metabolismo del DDT en el hombre. En este sentido
WALISZEWSKI et al. [37] atribuyen los valores elevados de
p,p'-DDE en el tejido adiposo humano a la contaminación presente en
los alimentos ingeridos de origen animal, donde el DDT fue metabolizado
previamente a DDE. En la presente investigación el p,p'-DDE ha sido
detectado en concentraciones más altas en las muestras de las mujeres
que consideraron las verduras como el alimento más consumido,
posiblemente por el amplio uso que ha tenido el DDT en la
agricultura. Sin embargo, la correlación establecida entre el nivel
de p,p'-DDE y el consumo de verduras ha sido estadísticamente no
significativa.
4 – CONCLUSIONES
Los
resultados obtenidos en el presente estudio indicaron una
correlación no significativa entre la dieta de las donantes y los
niveles de los compuestos encontrados en el tejido mamario. Con el
aumento de la edad de las donantes se produce un incremento de los
niveles de residuos organoclorados en el tejido mamario, a excepción
del g-HCH.
Estos resultados sugieren que la edad ha sido el factor que mejor se
correlaciona con las concentraciones de organoclorados detectadas en
el tejido adiposo, mientras que la dieta, en la forma evaluada en el
presente estudio, no ha representado el factor determinante de la
carga corporal de estas mujeres.
Desde
nuestro punto de vista, la obtención de datos fiables sobre la
importancia de los hábitos alimentarios respecto a la carga corporal
de residuos organoclorados es muy compleja y requiere estudios más
detallados sobre el tipo y la cantidad de los alimentos consumidos.
Asimismo, sería conveniente conocer, mediante estudios preliminares,
la contaminación por residuos organoclorados presente en los
alimentos.
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Fonte: http://www.scielo.br
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